El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, han subrayado este domingo la fuerza de la unidad para que el partido vuelva a gobernar en esta comunidad en las próximas elecciones autonómicas del 2022.
Ambos se han comprometido a trabajar «mano a mano» para conseguir este objetivo con la nueva dirección elegida, que ha recibido un respaldo del 84 por ciento, en el 14 Congreso Regional del PSOE-A, al que han asistido casi 2.000 personas y que no se ha cerrado con el himno de Andalucía, como es habitual, sino con La Internacional.
«Ni las estridencias ni los desplantes fortalecen los proyectos políticos», ha subrayado Sánchez en referencia a la crisis interna del PP, que tras insistir en la importancia de la cohesión, ha asegurado que Espadas va a ser «un gran presidente», un reto para el que ha dicho que ambos van a trabajar «mano a mano».
Ha dado las gracias a la ejecutiva saliente y, en particular, a Susana Díaz, antecesora de Espadas y actual senadora, quien hoy ha acudido al congreso y se ha mostrado, en declaraciones a los periodistas, dispuesta a «ayudar» al partido para que vuelva a ganar las elecciones y gobernar en Andalucía, donde pasó a la oposición tras las elecciones de diciembre de 2018.
Para Sánchez, la federación andaluza es «la más importante» del partido y las resoluciones que ha aprobado en este congreso, en el que no ha habido informe de gestión de la ejecutiva saliente, «van a hacer, sin duda, más fuerte» al PSOE andaluz.
Por su parte, Juan Espadas, quien fue elegido candidato a la Presidencia de la Junta en unas primarias el pasado junio y proclamado un mes después secretario general, ha pedido huir de los bandos: «ya está bien de mirarnos de perfil, de poner a unos y otros en un lado o en otro» en función del momento.
Convencido de que saldrán de este congreso «como una piña», ha vuelto a hacer una defensa del municipalismo, eje de su proyecto, al considerar que es «la puerta y el camino para recuperar el gobierno de Andalucía», una idea en la que también ha incidido Sánchez al referirse al «empoderamiento» de los entes locales.
«La municipalista va a ser la gran revolución de los socialistas», ha sentenciado, y al respecto ha resaltado que el PSOE andaluz va a tener el «equipo más potente que nunca ha tenido» de política municipal.
Así, muchos de los integrantes de la nueva dirección proceden del ámbito local, como el propio Espadas, que en un encuentro informal con los periodistas ha avanzado que esta semana anunciará cuándo dejará la alcaldía de Sevilla -que ocupa desde el 2015- para centrarse en su nuevo cometido.
El nuevo dirigente socialista andaluz ha modificado ampliamente la estructura de la dirección regional, que ha dividido en nueve grandes áreas, y cuyos miembros pasan de 42 a 60; su pretensión -en clave electoral- es que el partido, al que las encuestas le auguran unos malos resultados, esté preparado para un eventual adelanto electoral a la próxima primavera.
Con un talante conciliador, Espadas ha agradecido también el «esfuerzo, trabajo y sacrificio» de Susana Díaz por el partido, momento en el que ha pedido un fuerte aplauso para ella.
Se ha mostrado orgulloso del camino recorrido hasta llegar aquí y ha sostenido que el PSOE andaluz está «más vivo que nunca» aunque las transiciones «son siempre complejas».
Aún queda pendientes algunos flecos para lograr el objetivo de la unidad del socialismo andaluz antes de que celebren los congresos de las ocho agrupaciones provinciales, si bien en paralelo a la confección de la nueva ejecutiva regional se ha logrado avanzar en las listas de consenso.
Con el panorama actual, es posible que las primarias sólo sean necesarias en Huelva, Sevilla y Almería, ya que en Cádiz, donde seguían las disputas locales, se ha llegado un acuerdo.
Efe