El juez que investiga la operación Kitchen, el supuesto espionaje parapolicial al extesorero del PP Luis Bárcenas, ha puesto fin a las pesquisas y ha propuesto juzgar al exministro del Interior Jorge Fernández Díaz por estos hechos, mientras que ha dejado fuera del caso a la ex secretaria general del partido María Dolores de Cospedal.
Además de a Cospedal, el magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón también archiva el caso por falta de indicios para su marido, Ignacio López del Hierro, después de que hace unos meses les imputara al considerar que pudieron tener un papel clave en la captación del chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, como confidente policial para la operación, que perseguía conseguir material relacionado con la investigación judicial del caso Gürtel.
El auto de pase a procedimiento abreviado (equivalente al procesamiento) deja a las puertas de juicio a Fernández Díaz y a su ex número dos, el ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez; al exdirector adjunto Operativo de la Policía Eugenio Pino, a responsables policiales como José Luis Olivera, Marcelino Martín Blas, o Andrés Gómez Gordo, que fue exasesor de Cospedal; al excomisario José Manuel Villarejo, y a Sergio Ríos Esgueva, entre otros.
El magistrado descarta la existencia de una trama política ajena al Ministerio del Interior y cree que los hechos podrían ser constitutivos de los delitos de descubrimiento y revelación de secretos, prevaricación, omisión del deber de perseguir los delitos, cohecho, tráfico de influencia y malversación.
García Castellón ha adoptado esta decisión sin llegar a citar al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, con quien Villarejo aseguró haberse intercambiado mensajes para tratar los avances de la operación Kitchen.
EFE