La Unión Europea (UE) busca una solución para los retrasos que ha tenido en la campaña de vacunación, por ello, solo exportará los antídotos producidos en su territorio a terceros países si estos también entregan parte de sus medicamentos.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, dijo durante la presentación de las reformas que Bruselas introdujo para su control sobre la exportación de dosis que “la UE es el único país productor en la OCDE que continúa exportando vacunas a países que tienen su propia capacidad de producción, pero cuando estos países no exportan a la UE, no hay reciprocidad”.
Actualmente la UE solo podía bloquear las exportaciones de fármacos si la venta ponía en riesgo la capacidad de las farmacéuticas para cumplir con sus contratos con Bruselas.
Con esta nueva decisión los Veintisiete tendrán la potestad de decidir si conviene bloquear las dosis a terceros países cuyo inmunizados sean mayor a lo de su propia población o situación sanitaria sea mejor.
A pesar que Dombrovskis, afirmó que estos cambios no están hechos para ir en contra de ningún país en específico, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, informó la semana pasada que si Londres no compartía los viales de AstraZeneca Bruselas dejaría de enviar vacunas al Reino Unido.
Esta desigualdad llevan a una “escasez de suministro dentro de la Unión” ya que a pesar de “afrontar una situación epidemiológica muy seria y continua exportando significativamente a terceros países cuya situación es menos seria”.
En varios estados miembros se han detectado las nuevas variantes del coronavirus, las cuales son más contagiosas que la original, en la mayoría de los países perteneciente a los Veintisiete predomina la variante británica; sin embargo, la brasileña y la sudafricana también se han propagado en los territorios.