Este contexto de subidas en el ‘pool’ eléctrico está marcado por el incremento en los precios de los derechos de CO2 y del gas, a los que se ha unido el incremento de la demanda por las altas temperaturas y una menor contribución de las renovables, especialmente la eólica por la ausencia de viento.
En concreto, los derechos de emisión de CO2 se han encarecido y rozan los 56 euros por tonelada, cuando a principios de año cotizaban en torno a los 33 euros. Mientras, el precio del gas natural se sitúa en torno a los 47 euros por MWh, según datos de Mibgas.
El precio de la energía tiene un peso cercano en la factura de en torno al 24%, mientras que alrededor del 50-55% corresponde a los peajes -el coste de las redes de transporte y distribución- y cargos -los costes asociados al fomento de las renovables, a las extrapeninsulares y las anualidades del déficit de tarifa- y el resto, a impuestos.
Las oscilaciones en el precio diario afectan a los consumidores acogidos a la tarifa regulada (PVPC), algo más de 10 millones, mientras que están exentos los que están en el mercado libre –unos 17 millones–, ya que cuentan con un precio pactado con su compañía.
Según indicaron a Europa Press expertos del sector, el 88% del consumo eléctrico de España no está expuesto a la volatilidad del precio del mercado ‘spot’, al tener contratos con precios fijos, viéndose así expuestos a ella los clientes acogidos al PVPC.
Europa Press