Las autoridades le otorgaron una exención médica para defender su título del Abierto de Australia.
«Quiero dejar absolutamente claro, como siempre ha sido el caso, que nadie recibirá un trato especial por quiénes son o lo que han logrado profesionalmente». Afirmó la ministra en funciones del gobierno regional de Victoria, Jaala Pulford, en un comunicado.
Pulford, que apareció junto al director ejecutivo de Tennis Australia, Craig Tiley, admitió que la decisión «es algo que causará malestar a muchos». Se han adoptado medidas estrictas para hacer frente a la pandemia.
Anteriormente, el primer ministro australiano, Scott Morrison, y otros funcionarios habían declarado que todos los jugadores de tenis y los miembros del equipo que participaban en el torneo deberían tener todas las vacunas.
Sin embargo, las pautas gubernamentales prevén excepciones temporales al ingreso al país de personas que tienen «una condición médica grave», que no pueden vacunarse porque contrajeron covid-19 en los seis meses anteriores o tuvieron una reacción adversa a medicamentos, entre otros.
Por su lado, el primer ministro australiano Scott Morrison anunció que exigirá al tenista la prueba de que la exención médica que recibió para participar en el Abierto de Australia está justificada, de lo contrario será enviado «a casa en el primer avión».
Scott Morrison dijo que estaba esperando que Novak Djokovic «proporcione evidencia» para justificar la solicitud de exención médica y que, si los motivos eran insuficientes, «no se tratará de manera diferente y regresará a casa en el primer avión».
«No habrá reglas especiales para Novak Djokovic. En absoluto», insistió el primer ministro australiano en rueda de prensa, tras la polémica suscitada en torno al régimen de excepción aplicado al jugador serbio.
