El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha garantizado este miércoles ante las aspiraciones de los independentistas catalanes que “no habrá referendo de autodeterminación” en Cataluña porque el PSOE “nunca jamás lo aceptará”.
Sánchez ha rechazado esa posibilidad en su comparecencia ante el Pleno del Congreso, en la que ha explicado las razones de los indultos a nueve dirigentes independentistas del procés.
“No habrá referendo de autodeterminación salvo que quienes lo defienden consigan convencer a las tres quintas partes de esta Cámara para que se modifique el artículo 2 de la Constitución y los españoles ratifiquen ese cambio mediante referendo. Ya les digo -ha añadido- que el PSOE nunca jamás lo aceptará”.
Sánchez insistió en el Congreso que “el tiempo del castigo pasó, llegó el tiempo del perdón”. Defendió los indultos concedidos la semana pasada por su Gobierno a los líderes independentistas catalanes condenados en la sentencia del procés, reivindicando que estas medidas de gracia son “el primer paso” hacia el “reencuentro” entre catalanes y españoles.
En la línea de lo que venía argumentando en sus últimas comparecencias, Sánchez expuso que se trata de una “facultad plenamente constitucional” a la que han recurrido “sin excepción” todos los Gobiernos que precedieron al suyo, y que se trata de una medida política y que por tanto “no cuestiona ni revisa la sentencia del Supremo”.
El jefe del Ejecutivo aprovechó su intervención para tratar de seguir haciendo esa «pedagogía» que pretende Moncloa para que la concesión de las medidas de gracia no les haga perder la confianza de su electorado.
“El indulto, a diferencia de la amnistía, que proclaman algunos, no niega la existencia del delito. Solo supone el perdón”, detalló Sánchez, ensalzando que las medidas de gracia concedidas a los nueve dirigentes secesionistas son “parciales”, lo que significa perdura la pena de inhabilitación, y que están “condicionados”, por lo que dejarían de ser efectivos si alguno de ellos volviera a cometer un delito grave en el plazo de tres a seis años.
EFE