La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, reconoce que las relaciones con Marruecos «tienen que ser buenas», pero deben estar mantenidas «sobre la confianza y el respeto», aunque asegura que «en nada ha cambiado» la posición de España en relación al Sahara y al país vecino.
Calvo ha destacado la «trayectoria de vecindad» con Marruecos y ha señalado que las relaciones son «prioritarias», pero ha reiterado que hay que sostenerlas «con profundidad y lealtad por parte de ambos».
E insiste en que España no ha cambiado su posición «en nada» en relación al Sahara.
La vicepresidenta ha respondido así a la pregunta sobre la marcha de España del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, a quien ha recordado que el Gobierno se limitó a dar una ayuda humanitaria «y punto».
En el Foro de la Cadena SER en Cantabria, donde ha hablado de cohesión territorial, Calvo ha explicado que uno de los aviones en los que iba a viajar Gali fue rechazado porque seguía compareciendo ante la Justicia.
Calvo ha dicho que «parece ser» que esa situación con el Sahara fue lo que llevó a la respuesta de Marruecos de dejar libres sus fronteras, pero insiste en que «no ha cambiado absolutamente nada» de la relación de España con el país vecino y ha recordado que España sigue siendo el canal de presentación, ayuda y refuerzo de Marruecos «continuamente en la Unión Europea».
«Seguimos siendo un buen vecino para Marruecos y lo queremos seguir siendo de la mejor manera posible y en eso estamos, pero España no ha cambiado en nada», ha apostillado Calvo, quien también reconoce que estos últimos días «no son fáciles».
Calvo destacó el trabajo que el Gobierno español ha llevado a cabo «desde el primer minuto» para ayudar, alimentar y dar un alojamiento a los más de 1.000 menores que pasaron la frontera de Marruecos a España, y ha resaltado lo que supone para una ciudad de 86.000 habitantes como Ceuta acoger a esa cantidad de menores que hay que atender.
EFE