La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha convocado a la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, y en esa reunión ha expresado su «rechazo» y «disgusto» por la entrada masiva de migrantes a Ceuta y le ha recordado que el control de fronteras «ha sido y debe seguir siendo» con corresponsabilidad entre ambos países.
La ministra de Exteriores ha expresado el «deseo» del Gobierno de «mirar al futuro» y «evitar que actos como éstos puedan volver a repetirse», además de pedir el «compromiso de que se puedan seguir retornando todos aquellos ciudadanos que hayan entrado de manera irregular» en España, según ha explicado en declaraciones a los periodistas.
Laya ha apuntado además que España desea mantener «relaciones de buena vecindad» y «estrechas» entre ambos países, según ha relatado en una comparecencia ante los periodistas, en la que no ha aceptado preguntas y no se ha referido a la presencia en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, ingresado en un hospital de Logroño por coronavirus.
En una reunión extraordinaria del Consejo de Asuntos Exteriores, donde se trataba la cuestión de Palestina e Israel, la ministra ha informado a sus homólogos europeos de la situación de la frontera en Ceuta, que ha despertado «gran preocupación» en sus colegas, con los que ha acordado mantener en próximas reuniones un diálogo sobre temas migratorios.
«Ésta es una frontera común a la UE y como todos ustedes saben la inmigración es un tema muy sensible dentro de la UE», ha afirmado Laya, quien también ha expresado la «plena disposición de España» para mantener con Marruecos una relación de «vecinos y amigos».
La ministra de Asuntos Exteriores acude esta tarde a la reunión del comité creado por el Ejecutivo para analizar la situación provocada por la crisis migratoria en Ceuta y Melilla, que preside la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, pues el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez se encuentra visitando ambas ciudades autónomas.
EFE