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Expertos descubren cómo el COVID-19 entra en el cerebro.

Con muestras de tejidos de pacientes fallecidos, un equipo internacional de expertos descubren cómo el COVID-19 logra entrar en el cerebro.

Expertos descubren cómo el COVID-19 entra en el cerebro.

Además de la respuesta del sistema inmunológico del cuerpo una vez el virus está alojado ahí.

Los resultados recién publicados en Nature Neuroscience indican que el coronavirus ingresa al cerebro a través de las células nerviosas de la mucosa olfativa.

Por primera vez, los investigadores consiguieron imágenes en un microscopio electrónico de partículas intactas del coronavirus dentro de la mucosa de un paciente fallecido.

Tras más de diez meses estudiando el COVID-19, los científicos se dieron cuenta que, después de todo, la enfermedad no es sólo respiratoria.

De hecho, afecta también el sistema cardiovascular, el sistema nervioso central y el tracto gastrointestinal.

Más de uno de cada tres pacientes tiene síntomas neurológicos, que van de pérdida, cambios en los sentidos del gusto y el olfato, dolores de cabeza, mareos, fatiga y náuseas.

A algunas personas les llega a provocar un accidente cerebrovascular u otras afecciones más graves.

Hasta ahora existían sospechas que todas estas dolencias eran causadas por la capacidad del virus de ingresar al cerebro, la pregunta es

¿Cómo los expertos descubrieron la forma en la que el COVID-19 llega al cerebro?

El cerebro es el órgano que más defensas tiene del cuerpo humano y la forma que tiene el virus para ir en contra de esas defensas aún es desconocida.

Su objetivo es el cerebro.

Eso descubrieron Helena Radbruch, del Departamento de Neuropatología de Charité y el Director del Departamento, Frank Heppner.

Ellos rastrearon por primera vez cómo el virus ingresa en el sistema nervioso central, luego de invadir el cerebro.

 Como parte de la investigación, expertos en los campos de neuropatología, patología, medicina forense, virología y atención clínica  estudiaron muestras de 33 pacientes.

Estos pacientes tenían un promedio de edad entre 72 años quienes habían fallecido en Charité o en el Centro Médico Universitario de Göttingen después de contraer Covid-19.

Asimismo, analizaron unas muestras de tejidos tomadas de la mucosa olfativa de los fallecidos, así como de cuatro regiones cerebrales diferentes.

En estas muestras buscaban el material genético del SARS-CoV-2 y “la proteína de la espícula” que se encuentra en la superficie del virus.

El equipo halló evidencias del virus en diferentes estructuras neuroanatómicas que conectan a los  ojos, nariz, boca con el tronco cerebral.

De todas, la mucosa olfativa fue la que mostró más carga viral.

A través de tintes para tejidos, los investigadores pudieron obtener las primeras imágenes microscópicas de partículas intactas en la mucosa.

Los virus se encontraron en las células nerviosas como en las protuberancias que se extienden desde las células de soporte cercanas (epiteliales).

“Nuestros datos apoyan la idea de que el SARS-CoV-2 es capaz de utilizar la mucosa olfativa como un puerto de entrada al cerebro”

Profesor Heppner respecto a sus investigaciones

La idea también se basa en la proximidad de las células con la mucosa, los vasos sanguíneos y las células nerviosas del área.

¿De qué forma llega el virus?

“Una vez dentro de la mucosa olfativa el virus parece utilizar conexiones neuroanatómicas, como el nervio olfativo, para llegar hasta el cerebro. Es importante destacar, sin embargo, que los pacientes con Covid-19 involucrados en este estudio tenían lo que se definiría como enfermedad grave, perteneciente a ese pequeño grupo de pacientes en los que la enfermedad resulta fatal. Por lo tanto, no es necesariamente posible transferir los resultados de nuestro estudio a casos con enfermedad leve o moderada


 Profesor Happner respecto al SARS-CoV-2

A pesar de todo, la forma en la que el virus se mueve entre las células hasta el cerebro es desconocida.

Sin embargo, es probable que se transporte a través de los vasos sanguíneos porque también se detectó su presencia en ellos.

El SARS-CoV-2 no es el único virus que puede llegar al cerebro de esa manera, el virus de la rabia o el del herpes simple también, según Helena Radbruch.

La respuesta del sistema inmune.

Estos investigadores y su equipo también estudiaron la forma en la que el sistema inmunológico se defiende del SARS-CoV-2.

“En nuestros ojos la presencia de SARS-CoV-2 en las células nerviosas de la mucosa olfativa proporciona una buena explicación de los síntomas neurológicos que se encuentran en los pacientes con COVID-19, como la pérdida del sentido del olfato o del gusto.”

Adicionalmente, añadió que encontraron  SARS-CoV-2 en las áreas del cerebro que se encargan de funciones vitales.

“No se puede descartar que, en pacientes con COVID-19 grave, la presencia del virus en estas áreas del cerebro tenga un impacto exacerbado en la función respiratoria, sumando problemas respiratorios debido a la infección pulmonar por SARS-CoV-2. Pueden surgir problemas similares en relación con la función cardiovascular”

El COVID-19, según los expertos, al llegar al cerebro puede ser mortal. Es un gran avance en la lucha contra esta enfermedad.

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