La medida sigue a un llamado del primer ministro italiano, Mario Draghi, al presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Gabriele Gravina, para que se tomen medidas en la lucha contra el resurgimiento de la contaminación por covid-19, debido a la variante ómicron.
Por otro lado, los partidos previstos para el domingo, Roma-Juventus e Inter de Milán-Lazio, se jugarán con un aforo reducido a apenas el 50 por ciento, al igual que el partido de la Supercopa entre Inter de Milán y Juventus del miércoles, en San Siro.
A diferencia de Alemania o Holanda, donde los partidos se juegan a puerta cerrada, la Serie A prefirió optar por el compromiso adoptado en Francia y, de esta forma, evitar la intervención directa del Gobierno, que podría determinar que se pudieran jugar sin espectadores.
La medida estará vigente hasta el 23 de enero y se reevaluará su posible prórroga cuando se reanude el campeonato, en función de la evolución de la curva de contaminación, según informa el diario Il Corriere della Sera.
El gobierno italiano, ante el aumento de la contaminación por el nuevo coronavirus, decidió este miércoles introducir la vacunación obligatoria para todas las personas mayores de 50 años.