La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, se ha abierto a negociar la reforma laboral en la tramitación parlamentaria: «No somos socios del Gobierno ni los seremos pero actuaremos siempre por responsabilidad», ha dicho advirtiendo de que la reforma puede empeorar si cae en la «subasta nacionalista».
Si el Gobierno les llama hablarán, ha asegurado en una entrevista en RNE en la que ha insistido en que no es su propuesta para cambiar el modelo de trabajo, pero comparten la preocupación de muchos agentes sociales -ha señalado- de que los retoques que puedan forzar los partidos independentistas y nacionalistas acaben perjudicando el texto pactado con la patronal y los sindicatos.
Considera que hay mucho margen para mejorar el decreto ley con el fin de modernizar «de verdad» el modelo laboral español, que está a la cabeza de la precariedad y el paro juvenil, según Arrimadas.
También se ha referido a la posibilidad de que el rey emérito regrese a España y ha señalado que no cree que sea una cuestión que preocupe a los españoles en este momento, pero, en todo caso, comparte esa idea generalizada -ha afirmado- de reconocer el papel de Juan Carlos I durante la Transición, pero también «hay mucha decepción» por las informaciones que están apareciendo sobre sus supuestas actividades irregulares.
De las citas electorales previstas en 2022, Arrimadas ha señalado estar «súper convencida» de que Ciudadanos será determinante en la política española, pese a que las encuestas en Castilla y León, que celebra elecciones el 13 de febrero, sitúan a su partido al borde de la desaparición.
En Andalucía, aún sin una fecha concreta y con sondeos algo más favorables, quiere repetir el gobierno de coalición con el PP, ha apuntado al valorar que Juanma Moreno esté resistiendo las presiones de Génova para romper el Ejecutivo andaluz.
efe